La Contracrónica del Real Valladolid-Real Betis (2022/2023)
Por Pablo Montaño
Un central, un error, un agarrón, una expulsión y una (larga) inferioridad. Aunque más que un central o un agarrón, otro. Y más que una expulsión, otra. Primero fue Luiz Felipe (contra el Celta de Vigo), y ante el Real Valladolid le llegó el «turno» a Germán Pezzella. Hay quienes, tras ver al zaguero argentino tirando de la camiseta de Óscar Plano y echándole la mano al cuello al ’10’ del cuadro vallisoletano, debieron pensar: «¿Otra vez?». Al mismo tiempo que, concluidos los 90 minutos de encuentro, otros tantos se preguntaron si hubiera sido más fácil sacar adelante el partido en el Estadio José Zorrilla con 10 y Rui Silva imbatido o habiendo encajado el sexto gol en contra de la temporada liguera pero en igualdad numérica. Lo cierto es que un nuevo balón en largo del rival y una mala medición tanto del bote del balón como de la carrera del rival condicionó en exceso la actuación como visitante de los verdiblancos. Eso sí, el Real Betis es capaz de perder jugadores (muy pronto) por el camino de los partidos, pero no su competitividad. Y es que, tal y como expuso el periodista Àlex de Llano en ‘El Post de DAZN’, el cuadro de las trece barras suma un total de 171 minutos jugando en inferioridad numérica. 171 minutos en los que no marcó, pero tampoco encajó ningún gol. Contra Osasuna estuvo durante menos tiempo con un futbolista menos, y se ganó. Ante el Celta, la expulsión del italo-brasileño se produjo cuando el equipo de Manuel Pellegrini ya caía por 1-0. Y, frente a los pupilos de Pacheta, volvió a mantener la portería a cero tras más de 65 minutos con 10 sobre el terreno de juego. Los heliopolitanos se agarran a los partidos y los puntos como Germán Pezzella a Óscar Plano. «¿Qué habría sido del Real Betis tanto en el Estadio de Balaídos como ante el Real Valladolid, viendo que en el primero se pudo (sobradamente) empatar y en el segundo ganar, si a los centrales béticos no les hubiera dado por agarrar (tan fuerte) a los atacantes rivales?». He ahí la cuestión sin respuesta. He ahí los puntos perdidos pero la competitividad mostrada.

