El fatídico año 2020 se termina, y con ello también una etapa gris del Coosur Real Betis en la máxima categoría nacional de baloncesto. Un año de muchos cambios, tanto en el banquillo como en la cancha, los cuales hasta el momento no han provocado el cambio ansiado por la afición.
Un inicio de año marcado por el Covid-19
La primera cita después del año 2019 acabó a favor de los verdiblancos ante Herbalife Gran Canaria (82-81). Se disputaron en total ocho encuentros hasta el parón por la pandemia; cinco de ellos se saldaron con victoria. Dichos triunfos fueron claves para la salvación, pues servirían para alcanzar la decimoquinta posición pasando por encima de Murcia, Estudiantes y Fuenlabrada, y con ello la salvación. Asimismo, el conjunto sevillano se quedó a una victoria de disputar la Fase Final de la temporada, celebrada en La Fonteta. Los datos más relevantes fueron los siguientes: 1787 puntos a favor, 1890 puntos en contra, 330 asistencias, 799 rebotes y 110 tapones en 23 choques. El jugador más valorado fue Erick Green, quien llegó en la recta final y promedió 21’4 puntos y 3’8 rebotes en cuatro partidos, siendo sumamente vital. Esta lista de jugadores fueron quienes compusieron la plantilla entrenada por Curro Segura: AJ Slaughter, KC Rivers, Wittinghton, Mamadou Niang, Tobias Borg, Obi Echenionyia, Kenan Sipahi, Jerome Jordan, Demetrius Conger, Albert Oliver, Nacho Martín, Pablo Almazán, Ebuka Izundu y Rinals Malmanis.
La ilusión de la temporada 2020-2021
A posteriori del verano, comenzó el gran cambio en el grupo bético. De los jugadores mencionados anteriormente sólo Borg, Niang, Obi y Almazán se quedaron al inicio del nuevo curso. Aterrizaron Billy Ouattara, James Feldeine, Youssou Ndoye, TJ Campbell, Mike Torres, Nick Kay, Nick Spires y Ryan Harrow en Sevilla, este último luego del mal arranque de campaña. De hecho, el mismo base jamaicano fue la primera salida. El joven Ibrahim Magassa contaría con sus primeros minutos en ACB con apenas 18 años, quien en la actualidad está integrado en el primer equipo. Aún así, Curro Segura sería destituido con únicamente dos victorias conseguidas ante Valencia Basket y GBC. En su lugar llegaría Joan Plaza, todo un técnico experimentado y que demandaría cambios en la plantilla verdiblanca. Estos reajustes se plasmaron con el fichaje de Jerome Randle y el regreso de Jerome Jordan. Pues bien, a partir de la llegada de estos, como si fuese por arte de magia, se consiguieron dos triunfos seguidos ante Fuenlabrada y Unicaja tras seis derrotas consecutivas. De esta forma, se salvaría el año 2020 saliendo de la zona de descenso y con el punto de mira en Zaragoza, otro rival directo por la salvación.
Propósitos para 2021 de la afición bética
El objetivo está claro: mantener la categoría. Luchar por puestos europeos está muy difícil, tal vez en la próxima temporada, pero primero hay que salvarse. Es necesario obtener las mejores versiones de los nuevos fichajes; Feldeine, Campbell, Ndoye y Ouattara aparentan ser los líderes. Se espera lo mismo de Jordan, Randle y sobre todo Nick Kay, el cual no ha mostrado aún su máximo nivel. Mientras tanto, es vital que los Spires, Torres, Borg, Almazán, Obi, Niang y Magassa aporten cada uno en su medida pequeños granos de arena que ayuden al grupo a mejorar desde el banquillo. De Joan Plaza no hay nada que reprochar; en menos de un mes está dando una nueva imagen del club y su compromiso es mostrado por él mismo en ruedas de prensa y redes sociales. En Onda Bética esperamos que este proyecto consiga alcanzar el objetivo principal, despidiendo el año 2020 y dando la bienvenida con mucha ilusión al 2021.